sábado, 3 de marzo de 2012

Felices sueños.

Entonces el dio las buenas noches, la abrazó y durmió pegado para dar calor y ejercer esa función que había querido siempre... 


Al día siguiente despertó con una sonrisa de oreja a oreja, dándole besos y abrazos, caricias y mordidas, queriendo que jamás tuviese que bajarse de esa cama. No debería haberse ido jamás de esa cama vacía de amor; y así, llenarla.  




¡BUENOS DÍAS BONITA! - Bonito tu. 

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