Siempre sacas un lado bueno de las cosas, o eso dicen. De algo en concreto, he aprendido que si no comes, te comen; que si no tienes valor para hacer las cosas, nadie las hará por ti, es por eso, por lo que día a día hay que valerse de si mismo, dar la cara, y un sin fin de cosas que jamás tendríamos claras si no hubiésemos aprendido de nuestros mayores. ¡NO! Yo no he aprendido de nadie, los palos han venido solos, siempre estuve sola, y siempre lo estaré. Es con lo que tenemos que convivir, con lo que cada día tenemos que aprender que por cada puñalada que nos den, dos tenemos que devolver. Desde pequeños tenemos miedo a esas puñaladas, a esas puntitas que duelen; que escuecen.. Pero siempre siempre debemos enseñar que no tenemos ni el mas mínimo temor, que todo lo que nos pueda pasar, es lo que nosotros pasaremos fácilmente. Es por eso, que decidimos dar GRACIAS a todas esas personas que día a día nos pueden mostrar el camino, el malo y el bueno, el difícil y el fácil. La fuerza, al fin y al cabo, nos la da el mañana y sus promesas de libertad.
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