A la hora de la verdad nos marchamos con lo puesto, sencillo pero complicado. En un "próximo" será un irse con lo preparado, cajas, mudanzas y miles de deseos que se cumplen. La ilusión recorre mis venas a velocidades inimaginables... ¿Por qué? ¿por qué marcharse de una isla que te vio nacer?
La isla se nos queda pequeña a la gran mayoría; una vez conocemos lo que significa "libertad" deseamos ir por ella y huir de estas barreras que nos mantienen tan lejos de tierra firme. El mar, el mar que ahoga; el cielo, el cielo que sirve de puerta para los más agraciados.
¿Merece la pena?
(...)
Por ahora no merece la pena contestar a una pregunta que tiene una respuesta tan obvia.
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