Llegó la hora de irse muy lejos, más lejos de lo que hemos estado de casa, no de distancia, si no de tiempo.
Mientras, la rutina se apodera de nosotros y solo sabemos charlar del estrés de nuestras vidas.
Volvemos, y es ahí cuando se demuestra quien no se ha olvidado y quien si.
Partes de nuevo, pero esta vez, acompañado.
Solo puedo decir:
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