Prefiero pensarlo
El mejor testigo puede ser el tiempo. A pesar de que es poco, al menos es algo de el, tal y como quieres, lo tienes. Ya son segundos, minutos, horas, días, semanas, meses, años... transcurridos después de juntar palabras y miradas que absolutamente, llevan a una relación eficaz basada en la confianza y en el apoyo mutuo.
¿Quién lo diría?
Yo no me canso de decirlo, de gritarlo, de pensarlo..
Sin esta persona, yo no me mantendría totalmente de pie. Es mi apoyo, esa pierna que me ayuda a apreciar las cosas con claridad. Puedo ser una psicóloga, o ella la mía, es un trabajo que no me cuesta nada, pero que si me vale de algo, el saber escuchar. Para ello, no desaparezcas nunca, porque si lo haces, no me mantendré al margen, seguiré escuchando y esperando a que de nuevo vuelva mi apoyo. Una de esas segundas personas que mantienes al margen de las cosas malas, pero no puedes evitar compartir las cosas buenas con ella, sin perder el tiempo en tonterías, pensando siempre cosas divertidas o planes para compartir con todos.
Llegará un día que cada uno siga su camino, pero en el corazón y en la mente, siempre llevaremos a cada uno con nosotros, para cuando vuelvan, seguir teniendo el mismo cariño.
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