Millones de veces me he sorprendido con lo que puedo llegar a imaginar.
Hace varias semanas imaginé un mundo donde las personas fuesen iguales, hablasen el mismo idioma, del mismo color, e incluso tuviesen el mismo conocimiento sobre cualquier tema de la actualidad.
Me eché a reír, y aún sigo riéndome.
Somos tan diferentes al fin y al cabo, que me da igual que tu seas diferente que yo, y que sepas más.
Solo puedo decir, hoy soy feliz por ser más que diferente. Me encanta no ser igual, y ser distinta. Me encanta cuando me hacen reír haciéndome recordar el pasado, puesto que hoy, mi presente, es lo que más feliz me hace.
No hay comentarios:
Publicar un comentario